19 sept 2015

El Arte como activador del espacio público de la ciudad: el caso del Museo Urbano Tony Garnier de Lyon.

Museo Urbano Tony Garnier de Lyon en el barrio de los Estados Unidos (muro nº 14)
Habitualmente los museos exponen sus pinturas en el interior de los edificios, pero el Museo Urbano Tony Garnier de Lyon es diferente. Las obras no están tras los muros, sino que se muestran en las fachadas medianeras del renovado barrio de los Estados Unidos, una de las realizaciones del arquitecto lionés.
Tony Garnier (1869-1948) fue uno de los arquitectos seminales de la modernidad. Con sus proyectos urbanos y arquitectónicos, realizados o no, se adelantó a lo que el Movimiento Moderno propugnaría tiempo después. Anticipó en cuarenta años mucha de la doctrina de la Carta de Atenas y previó el Estilo Internacional dos décadas antes de que apareciera.
La Lyon actual rinde homenaje al arquitecto con un espectacular museo al aire libre (Musée Urbain Tony Garnier) en él se ofrecen imágenes de su Cité Industrielle entre otras obras. Pero el museo, al margen de la relación con Garnier, es también un caso paradigmático de transformación urbana a través de la pintura mural. Su creación fue producto de una estrategia más amplia, encaminada a rehabilitar integralmente el Quartier des État-Unis. El proceso fue modélico y ha sido reconocido internacionalmente, incluyendo a la UNESCO que premió la actuación en 1991. Este singular museo es un ejemplo de cómo el Arte es un medio ideal para activar el espacio urbano.

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La Ciudad y el Arte Urbano como activador del espacio público.
La Ciudad es una construcción física pero también es una realidad inmaterial. Esta ciudad mental se elabora individual y colectivamente a partir de los actos de las personas que la habitan, de sus vivencias, sus recuerdos, imágenes y símbolos, constituyendo y nutriendo lo que denominamos el alma de la ciudad. Así, una ciudad con alma es un espacio compartido por una comunidad de personas, capaz de generar un sentimiento de pertenencia que se proyecta al exterior con una identidad nítida.

Una comunidad se define principalmente por la identidad lograda mediante signos con los que sus integrantes se reconocen. Más allá de la imagen, una comunidad de personas también se asienta en el sentimiento de pertenencia de sus miembros, adquirido gracias a las experiencias compartidas. Crear una auténtica comunidad humana requiere trabajar en ambos planos (físico y existencial), lo cual dirige la mirada hacia los lugares, públicos especialmente, y a las situaciones vividas en dichos escenarios.
El espacio público de la ciudad, que históricamente ha tenido la responsabilidad de servir a la transmisión de la información necesaria para terminar de formarnos como individuos y facilitar la cohesión de un colectivo, ha ido perdiendo progresivamente éste papel fundamental que lo nutre de vida. La desarticulación de las comunidades es una primera consecuencia de esto.
Para evitarlo se debe insistir en la consecución de varios objetivos:
  • Reforzar la Identidad

La identidad es un fenómeno complejo.  Debe abordarse, por un lado, globalmente, reforzando la identidad del conjunto urbano, potenciando la imagen que este proyecta sobre el exterior y sobre la forma con la que los otros lo perciben. Y, por otro, individualmente, trabajando internamente sobre los miembros que componen la comunidad y que deben verse reflejados en él. Para ello es importante que la identidad urbana construida ofrezca una personalidad diferenciadora y una legibilidad que aporten referencias impulsoras del  sentimiento colectivo.
El Arte Urbano puede ser un elemento identitario de las ciudades (Fuente de la Cibeles en Madrid)

  • Multiplicar la Interacción Social

El espacio urbano debe recuperar su protagonismo en la esencia social de la comunidad. Con este fin se debe potenciar la transformación del espacio público tradicional dotándolo de nuevos sentidos. El resultado será un espacio complejo y heterogéneo, como corresponde a las múltiples lógicas que rigen la sociedad contemporánea. Espacios que promuevan el tú a tú, espacios para la interacción y la participación ciudadana, dónde se superpongan acontecimientos. Espacios para la generación espontánea de fenómenos sociales y que inviten a provocar el movimiento y el contacto entre personas, en busca de nuevas temáticas e intereses comunes que hagan más rica la vida urbana.
  • Recuperar el Significado

La identidad y el sentimiento de grupo surgen desde los significados compartidos de la ciudad. La ciudad histórica dispone de la personalidad e idiosincrasia que la convierte en un espacio singular, capaz de ser interpretado por sus habitantes a través de un código aprendido. La ciudad debe rescatar esos códigos y significados perdidos y, sobre todo, generar otros nuevos, acordes con el mundo actual. La ciudad debe recuperar la convivencia de la multiplicidad de interpretaciones, para cada generación y cada individuo, en la que cada cosa significa y sugiere otras muchas visiones.
  •  Proveer Nuevas Experiencias

Debe explorarse las posibilidades de teñir la vida monótona con la urbanidad contemporánea más vibrante mediante la activación perceptiva de sus habitantes.
  •  Promocionar el Aprendizaje

El papel histórico del espacio público como vehículo transmisor de información debe ser rescatado para garantizar la existencia de una comunidad sana. Por ejemplo potenciando el juego como forma de aprendizaje y experimentación del fenómeno urbano pensando, fundamentalmente, en los niños de hoy, que son un colectivo olvidado por las ciudades. De cómo los trate la ciudad y del interés que despierte en ellos, dependerá el retorno que éstos den al espacio público. Desde la más temprana edad los ciudadanos deben sentirse identificados con la ciudad.  
El Arte Urbano puede ser un motivador de la interacción social y del juego, principalmente infantil (Crown Fountain de Jaume Plensa en el Millenium Park de Chicago)
Para conseguir este objetivo de creación y fortalecimiento de comunidades de personas, el Arte, puede y debe ayudar, actuando sobre los lugares que habitan los ciudadanos, propiciando la identidad y el sentimiento de colectivo. El Arte es un medio ideal para activar el espacio urbano. Y más allá de sus atributos estéticos, debe ser propositivo, buscando intensificar el uso que dan al espacio sus habitantes para potenciar así las relaciones que se producen entre ellos. El Arte se convierte de este modo en el catalizador de las reacciones sociales. El Arte es el medio, pero el fin es la transformación del espacio urbano haciendo que vuelva a formar parte de la vida en nuestras ciudades y de nuestra experiencia como personas para volver a constituir auténticas comunidades.

En este sentido, el Museo Urbano Tony Garnier conjuga muchas experiencias urbanas, artísticas y ciudadanas a través de la expresión de la historia del barrio en el que se localiza, informando sobre sus claves y contexto, y generando un reconocimiento y una identidad que refuerza el sentimiento de pertenencia de sus habitantes que aprecian el valor patrimonial del escenario de sus vidas.

Lyon. Museo Urbano Tony Garnier. Detalle del muro 3.

El Museo Urbano de Tony Garnier.
Tony Garnier (1869-1948) fue uno de los arquitectos seminales de la modernidad. Con sus proyectos urbanos y arquitectónicos, realizados o no, se adelantó a lo que el Movimiento Moderno propugnaría tiempo después. Anticipó en cuarenta años mucha de la doctrina de la Carta de Atenas y previó el Estilo Internacional dos décadas antes de que apareciera.
La obtención del Premio de Roma proporcionó al joven arquitecto un tiempo para la reflexión en el que cuajaría muchas de sus ideas. En la romana Villa Médicis, entre 1899 y 1904, planificó la utópica Cité Industrielle que tanto influiría en el funcionalismo posterior con su apuesta por la zonificación o la jerarquía viaria, entre otras cuestiones. La Cité Industrielle sería la visión de la Ciudad Ideal de Tony Garnier y será analizada en un artículo próximo.
Algunos de los proyectos planteados en esa Ciudad Industrial ideal se verían en cierto modo, materializados en su Lyon natal, donde construiría algunas de sus obras más celebradas. La Lyon de finales del siglo XIX era la ciudad más vanguardista de Francia y esa posición de privilegio debía mucho a la actuación de Garnier.
Una de las realizaciones más destacadas de Tony Garnier es el barrio de los Estados Unidos (Quartier des État-Unis), situado en el 8º arrondisement de Lyon. Su importancia como ejemplo pionero en la construcción de barrios sociales será tratada en otro artículo de este blog. Diseñado desde 1920, fue finalizado en 1934 (fue el primer barrio HBM de Francia, Habitations Bon Marché, viviendas sociales).
Postal mostrando el barrio de los Estados Unidos en el momento de su inauguración.
Pero, tras cinco décadas de funcionamiento, el conjunto había sufrido una degradación que planteó la obligación de rehabilitarlo. En 1988, el dinamismo ciudadano impulsó la intervención que fue promovida por la OPAC du Rhône (Office Public d'Aménagement et de Construction, Oficina Pública de Desarrollo y Construcción del Gran Lyon metropolitano).
Imágenes actuales del barrio de los Estados Unidos rehabilitado.
La operación urbana fue más allá de la solución de las necesidades técnicas (como restauración de fachadas o instalación de ascensores en las viviendas que carecían de ellos) y también de las exigencias infraestructurales  (como mejorar espacios públicos, jardinería o el trazado del tranvía), porque abordó una iniciativa singular: la construcción de un museo al aire libre que homenajearía al celebrado arquitecto lionés que lo creó. Con este planteamiento, el barrio vería reforzada su identidad notablemente, tanto de cara a sus propios residentes como para el resto de lioneses y visitantes que pueden admirar y entender el alcance de la obra del arquitecto (concretamente, el mural número 18 presenta el propio barrio de los Estados Unidos, donde se encuentra el museo).

Los primeros pasos se dieron en ese año 1988 seleccionando el contenido del museo que se concretaría en la pintura al fresco de una serie de muros medianeros de los edificios del barrio, hilvanando un recorrido que abarcaría los espacios más significativos del mismo.  La temática abordaría un relato centrado fundamentalmente en la obra de Tony Garnier, particularmente sobre su utópica Cité Industrielle, que queda descrita con la traslación a las paredes medianeras de los extraordinarios dibujos que había elaborado el arquitecto. Además, complementariamente se mostraría una reflexión sobre las ciudades ideales realizada por artistas de los cinco continentes. Estas últimas, se unen “espiritualmente” a la obra de Garnier a través del nexo de la Cité Industrielle, la ciudad ideal imaginada por el arquitecto.
Lyon. Museo Urbano Tony Garnier. Detalle del muro 2.
Para la ejecución de los grandes murales, se contó con la colaboración de la cooperativa de artistas CitéCréation, que prepararon las bases y pintaron los grandes muros medianeros (de aproximadamente 230 metros cuadros cada uno). CitéCréation es un colectivo con una amplia experiencia en la pintura mural de grandes dimensiones, destacando sus obras de trampantojo (trompe-l’oeil). Constituido en 1978 en Oullins, en el área metropolitana de Lyon, el grupo es uno de los referentes internacionales en este campo, gracias a sus más de 650 frescos monumentales pintados a lo largo de todo el mundo.
Ortofoto con el recorrido propuesto por el museo. Los números corresponden con los que identifican cada pintura mural y que se detallan en el texto.
El conjunto de pinturas murales comenzó con veinticuatro obras que se han visto ampliadas por cinco más en el entorno del barrio (Lyon tiene una consolidada trayectoria en este tipo de acciones artísticas que se despliegan por toda la ciudad). De esos veinticuatro murales, tres tienen carácter introductorio (del propio museo, de la figura de Garnier y del contexto del año 1900); once, presentan la Cité Industrielle; cuatro, obras de Garnier en Lyon; y seis, visiones sobre la ciudad ideal, concebidas por artistas que procederían de Egipto, India, México, Costa de Marfil, Rusia y Estados Unidos. Posteriormente se incorporarían otros cinco murales en el entorno próximo del barrio: dos nuevas interpretaciones de la Ciudad Ideal (de Canadá y China) y tres reflexiones sobre el mito de la Torre de Babel, que se enlazaron como continuidad del recorrido original.
El detalle del contenido de los grandes murales es el siguiente (los números se corresponden con la localización presentada en la imagen adjunta):
Lyon. Museo Urbano Tony Garnier. Muros 1, 2, 3 y 4, los “introductorios” 
Presentación y contexto:
  • 1. Anuncio y presentación del Museo Urbano Tony Garnier
  • 2. Tony Garnier Visionario
  • 3. Años 1900

Lyon. Museo Urbano Tony Garnier. Muros 5, 6, 7 y 8, la Cité Industrielle.
Lyon. Museo Urbano Tony Garnier. Muros 9, 10, 11 y 12, la Cité Industrielle.
Descripción de la Cité Industrielle (Ciudad Industrial) de Tony Garnier:
  • 4. Planta y perspectiva de la Cité Industrielle
  • 5. Servicios públicos
  • 6. Estación
  • 7. Viviendas colectivas
  • 8. Viviendas individuales
  • 9. Viviendas, vista interior
  • 10. Escuela
  • 11. La Torre del Reloj
  • 12. Establecimientos sanitarios
  • 13. Las Fábricas
  • 14. Los Altos Hornos

Lyon. Museo Urbano Tony Garnier. Muros 13, 14, 15 y 16, Cité industrielle y otras obras de Garnier.
Lyon. Museo Urbano Tony Garnier. Muros 17 y 18, con detalle del muro 18 dedicado al propio barrio de los Estados Unidos.
Obras de Tony Garnier en Lyon:
  • 15. Estadio de Gerland (construido para la Exposición International de 1914)
  • 16. Hospital de Grange-Blanche (actualmente Hospital Edouard Herriot)
  • 17. Mataderos de la Mouche (conjunto de mercados de ganado y mataderos del que permanece la denominada actualmente Halle Tony Garnier).
  • 18: El barrio de los Estados Unidos (el lugar donde se encuentra el Museo Urbano)

Lyon. Museo Urbano Tony Garnier. Muros 19, 20, 21 y 22 (ciudades ideales)
Lyon. Museo Urbano Tony Garnier. Muros 23, 24, 25 y 26 (ciudades ideales)
Propuestas de Ciudades Ideales:
  • 19. Ciudad ideal de Egipto, por Abdel Salam Eid.
  • 20. Ciudad ideal de India, por Shantaram Tumbda
  • 21. Ciudad ideal de México, por Marisa Lara y Arturo Guerrero.
  • 22. Ciudad ideal de Costa de Marfil, por Youssouf Bath.
  • 23. Ciudad ideal de Rusia, por Gregory Chestakov.
  • 24. Ciudad Ideal de los Estados Unidos, por Matt Mullican.

A los veinticuatro grandes frescos iniciales se le han ido sumando nuevas incorporaciones. El mural número 25 (otra ciudad ideal) fue incorporado en 2008 junto al arranque del recorrido inicial, pero no ha sido la única novedad en el museo.
Lyon. Museo Urbano Tony Garnier. Muro 25 (la ciudad ideal de Quebec)
Otros grandes murales se han pintado en el entorno del conjunto original, concretamente, una nueva ciudad ideal (china) y tres frescos relacionados con el mito de la Torre de Babel.
  • 25. Ciudad Ideal de Québec, por Jean-Paul Eid (pintado en el año 2008 en conmemoración del 400 aniversario de la ciudad canadiense)
  • 26. Ciudad ideal de China, por Shi Qiren (pintado en el año 2006)
  • 27. Torre de Babel en lenguaje de cómic, por Nicolas de Crécy (pintado en el año 2005)
  • 28. Torre de Babel del futuro, por Coop Himmelb(l)au, el equipo de arquitectura que ha diseñado el museo de la Confluence (pintado en el año 2006)
  • 29. Torre de Babel clásica, según el cuadro de 1563 pintado por Pieter Bruegel el viejo (pintado en el año 2004)

Lyon. Museo Urbano Tony Garnier. Muros 27, 28 y 29.
Las medianeras pintadas no son una colección de obras dispersas sino que se convierten en un auténtico museo temático gracias a la narrativa que las unifica, al relato que da sentido al conjunto y que, con ello, logran reforzar notablemente la identidad de todo el barrio potenciado como escenario “interior” del museo. Hoy los paseos, a pie o en bicicleta, o las visitas guiadas que se ofrecen, han convertido al barrio de los Estados Unidos  en un lugar muy atractivo para los ciudadanos y turistas que lo recorren admirando tanto las pinturas murales como el propio barrio en sí, conjunto de viviendas sociales pionero (el itinerario puede incorporar la visita a un apartamento con la decoración original de los años treinta).

Lyon. Museo Urbano Tony Garnier. Detalles de los muros 27, 28 y 29.
El Museo Urbano Tony Garnier recibió rápidamente el reconocimiento internacional, expresado en varias distinciones (como la que le otorgó la UNESCO en 1991) y la presencia constante de visitantes que realizan su recorrido.
Lyon. Museo Urbano Tony Garnier. Muro 8.

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